viernes, 20 de enero de 2017

Autana: Un viaje al origen de la vida. Por Leandro Dickson López.




Extrasensorial. Esa podría ser la palabra idónea para describir la experiencia de visitar “El árbol de la vida” de los Piaroa. Llamado así por la leyenda que cuenta que de allí provinieron todos los frutos existentes en la selva amazonense.

Gastronomía, naturaleza, grandeza y momentos de contemplación se conjugan en esta aventura que te reconfortará el alma y te llevará cara a cara con lo sagrado. Con la pureza y las tradiciones de una comunidad que cree en lo místico y maravilloso de su Dios Wahari.    

Un vuelo de unos 45 minutos une a Caracas con el Aeropuerto Cacique Aramare en Puerto Ayacucho, donde somos recibidos con un abrazo caluroso y la bienvenida de nuestros guías Vicente Barletta y Humberto Bolívar, quienes nos prometen, junto a los servicios de Akanan, una aventura de 5 días y 4 noches inolvidables. 

Emprendemos nuestra travesía por las calles tranquilas de esta pequeña ciudad fronteriza para hospedarnos en el Hotel Venetur Amazonas y luego tener el primer reto de osadía en el Restaurante La Pusana.

La Nena Silva se encarga de sorprenderte con sus exóticos platos ¡Atrévete! No te vayas sin probar la araña mona asada o los gusanos de moriche fritos. Los bachacos son deliciosos. Pero si quieres algo sencillo, el morocotico frito acompañado de cabeza de gallo es ideal.  


De regreso al hotel aprovecha cargar tu cámara y teléfono celular, porque no tendrás otro lugar para conectarte cuando salgas al día siguiente rumbo al Río Sipapo para embarcar un bongo, que te llevará a remontar dos ríos y arribar a la comunidad de Ceguera.


Paciencia. Serán entre seis y ocho horas de navegación dependiendo del nivel del río o el motor de la embarcación. Pero tranquilo. Valdrá la pena. Disfruta de la vista, los colores, la fauna y también de las paradas para un chapuzón.


Al llegar a Ceguera tendrás tu recompensa. La montaña Cara del Indio, el Urípica y el Autana se posan ante tus ojos para ofrecerte un cuadro para el alma. Impoluto. Sublime. Agradece a la vida y a Venezuela por ese momento.


Las noches serán tranquilas en la comunidad de los Piaroa. Dormirás en una churuata, dentro de tu hamaca con mosquitero, arrullado por el sonido del río. Y si deseas, te puedes recostar en la gran laja y disfrutar de la danza de estrellas ¡Que más puedes pedir!

Al día siguiente puedes decidir si quieres hacer el trekking para subir al Urípica, que en lenguaje Wotjuja significa cuidador o celador. Es el lugar mar cercano para esta aventura sagrada, porque los Piaroa tienen prohibido subir al Autana por el significado místico que tiene en su cultura.

La excursión se realiza por una selva virgen. Un camino difuso para el aventurero pero claro para los guías. Trata de no separarte del grupo, de mantenerte hidratado, ya que la temperatura es de unos 40ºC y la humedad es casi de 100%. Unos 2 litros de agua pueden rendir si los administras bien. Son cuatro horas de trekking aproximadamente, entre ida y vuelta.

Recuerda el bloqueador solar, ropa con tecnología dry-fit, gorra o sobrero outdoor, zapatos cómodos y el repelente. Porque los puri-puri serán tus compañeros de camino durante todo el recorrido.

Al llegar al mirador del Autana contempla la grandeza. La inmensidad de la naturaleza y lo privilegiado que somos. Reflexiona. Siéntete parte de lo sagrado. 


Vicente Barletta relata que para los Piaroa “las personas que quieran ir al Autana deben ser realmente puras. Porque así lo dicta su Dios Wahari”. Si puedes o pudiste cumplir esta travesía, considérate digno.

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