martes, 11 de abril de 2017

Nuestras Impresiones del Viaje al Roraima. Realizado del 6 al 13 de enero del 2017. Por Anunziata Onorato.


Ya ha pasado tiempo de haber regresado de nuestro viaje al Roraima y al recordar los momentos vividos, se nos dibuja una sonrisa en el rostro. El viaje estuvo lleno de buenos momentos…mágicos, de disfrute, de compartir con los compañeros de esta aventura, de contemplación de la naturaleza. De principio a fin, el viaje fue encantador.
En todo momento nos sentimos mimados, cuidados, protegidos, atendidos, complacidos en nuestras necesidades, con detalles que nutrieron tanto nuestro cuerpo como nuestra alma, no solo por parte de Akanan Travel & Adventure, representada en la persona del excelente guía con quien contamos, nuestro querido José David -con su amabilidad, su entusiasmo, sus historias, anécdotas, con su mano siempre tendida para ayudarnos a sortear un obstáculo…y también sus acertadas predicciones del clima,…su guía-, y del maravilloso grupo de asistentes (Pepe, quien nos hizo los traslados aeropuerto/San Francisco de Yuruaní/aeropuerto; Daniel, quien nos llevó hasta Paraitepuy y luego nos devolvió hasta San Francisco de Yuruaní; Otilio y su familia, encargados de la cocina, quienes se esmeraron y nos sorprendieron numerosas veces con ricas comidas; el Gato, quien ubicó los mejores sitios para acampar y con las carpas ya listas para cuando nosotros llegábamos al sitio; y Hernán, nuestro especial porteador personal quien, aparte de aliviarnos la carga, nos musicalizó parte del descenso de la rampa -nunca imaginamos que íbamos a escuchar “Escaleras al Cielo” o “My way” descendiendo del Roraima-), sino también desde arriba.


De arriba nos regalaron, entre muchas cosas: un clima espléndido; días con cielo azul; por ratitos alguna pequeña lluvia refrescante y también nubes cuando hicieron falta para atenuar el fuerte sol; poca plaga; arcoíris inesperados; noches despejadas para deleitarnos viendo las estrellas; una espectacular luna llena; el despejarse instantáneo de un paisaje que teníamos rato viéndolo nublado; la fría pero reactivante agua de las pozas donde nos bañamos; las tomas de agua viva con que calmamos la sed; la coincidencial presencia cerca de la Ermita de la persona que tenía la llave de la misma y que la abrió para los que en ese momento estábamos pasando por allí; el haber podido ver en varias oportunidades al sapito negro y al colibrí azul; haber comido moras de plantas que se encontraban justo donde estábamos acampando en la cima del Roraima; que hubiera escampado y estuviera el cielo azul precisamente cuando nos tocó atravesar el Paso de las Lágrimas (las gotas parecían que caían a cámara lenta); las manos que generosamente nos tendieron nuestros compañeros del tour y personas que pasaban por allí, para ayudarnos a cruzar los ríos, para dar un salto, para subir o bajar una cuesta…todos regalos del Cielo, bendiciones de Dios.


Lo mejor es que esta aventura la pudimos vivir y disfrutar como habíamos querido hacerla…en familia, por lo que nuestro corazón está lleno de gozo y de un profundo agradecimiento a Dios, a la vida y a Akanan Travel & Adventure.

Anunziata, Manuel Antonio, Luis Manuel y Jelica
4 de marzo de 2017


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